Los productores de materia prima agrícola, ganadera y pesquera, los industriales, los distribuidores y los consumidores constituyen los “eslabones” de la cadena alimentaria, que comparten la responsabilidad de alcanzar las máximas cotas de seguridad. En este logro, desempeñan un papel protagonista los poderes públicos, mediante el desarrollo y control del cumplimiento de leyes orientadas a velar por la salud del consumidor y garantizarle una oferta de alimentos seguros, con normas alimentarias que rijan la totalidad del proceso productivo de un alimento.
La cadena alimentaria
En cada paso en la cadena alimentaria se deben realizar controles que garanticen la seguridad del producto final.
El Codex Alimentarius: directrices internacionales
El Codex Alimentarius -código alimentario- constituye una base orientativa internacional para el desarrollo legislativo en materia de alimentación.
¿Qué es?
Creado en 1962, el Codex es una compilación de normas alimentarias voluntarias, códigos de prácticas y directrices que, bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomiendan seguir en todos los países. En su elaboración y revisión trabaja una Comisión que reúne a todas las partes interesadas: científicos, técnicos, gobiernos, representantes de la industria y consumidores.
Su finalidad
Su finalidad es proporcionar unas normas alimentarias internacionales, que sirvan de orientación a la hora de proteger la salud de los consumidores y que faciliten el comercio mundial. De hecho, estas normas contienen “los requisitos que han de satisfacer los alimentos con objeto de garantizar al consumidor un producto sano y genuino, no adulterado y que esté debidamente etiquetado y presentado”.
Legislación y control en la UE
En la actualidad, en el espacio de la Unión Europea existen más controles que nunca para garantizar la seguridad alimentaria:
q Aplicación, en todos los Estados miembros de la UE, de una amplia y minuciosa legislación alimentaria, cuyo objeto es proteger la salud de los ciudadanos y brindarles alimentos sanos y de calidad. Estas normas afectan cada país de la UE, al mercado interior y a las importaciones de terceros países.
q Verificación del cumplimiento de la normativa por las Administraciones Públicas, nacionales, autonómicas y locales, de los Estados miembros y por la Unión Europea.
q Todas las industrias alimentarias de la UE están obligadas a aplicar sistemas de control higiénico-sanitarios y a llevar a cabo un Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC) sobre su proceso productivo.
q Una “Red de Alerta” europea complementa todos estos controles. Cuando una autoridad de control de un Estado detecta la presencia de un posible riesgo en un producto alimentario, se informa rápidamente al resto de la Unión Europea a fin de que las demás autoridades puedan tomar las medidas oportunas.
q Cada vez más, las empresas de alimentación implantan, voluntariamente, sistemas adicionales de control de calidad.
q Las asociaciones de consumidores también ejercen sus propios controles, con la realización de análisis comparativos de productos alimenticios.
q Los Tribunales de Justicia pueden imponer penas y sanciones. Además, también pueden revisar la actuación de las Administraciones.
q Desde 1999, se ha extendido al sector primario (productores de materia prima agrícola, ganadera y pesquera) la responsabilidad civil por productos defectuosos y la exigencia de los mismos principios de seguridad que rigen para el resto de la cadena alimentaria.
En España, un claro indicio de que los controles establecidos funcionan, viene dado por el bajo número de intoxicaciones alimentarias que se dan anualmente (pese a ser un país que presenta un potencial de alto riesgo debido a las condiciones climatológicas). Según los últimos datos registrados por el Centro Nacional de Epidemiología del Ministerio de Sanidad y Consumo, en 1998 se produjeron 942 brotes, que implicaron un total de 12.660 casos de intoxicación. Teniendo en cuenta que los españoles consumimos al año 73.000 millones de platos (5 platos día x población española x 365 días), puede considerarse una cifra relativamente baja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario